Por Jean Paul Hernaiz Camhi. Jefe Marketing Dinecom
¿Son acaso estas dos, la misma cosa? De no ser así, ¿cuáles serían las diferencias entre una y otra? Y lo más importante, claro: ¿Cuál es el mejor para ser utilizado en su próxima reunión de negocios?
El desafío de la productividad
Antes de dirigirnos a resolver esta pregunta, sería bueno preguntarse el por qué las empresas podrían verse interesadas por éste tipo de tecnologías. Partamos desde la base de que la verbalización –la cual utilizamos en una llamada telefónica o en una audioconferencia- representa solo un porcentaje marginal de lo que significa la comunicación.
El resto, lógicamente, se comunica a través de los tonos de voz, pero también de nuestras expresiones faciales y de nuestro lenguaje corporal. Esto, aún cuando puede sonar de perogrullo, hace una diferencia exponencial a la hora de tomar decisiones estratégicas en tiempo real, con personas que podrían quizás estar en otro país.
Adentrándonos entonces sobre la comparación, es importante clarificar sin embargo que lo único que ambas tienen en común, es la capacidad que tienen ambas para combinar audio y video. Y eso sería todo.
Webconferencias
Los servicios de webconferencia como GoToMeeting o Google Hangouts se basan en software que opera desde el escritorio de un dispositivo doméstico –tablet, smartphone, laptop-. Tienen bajos requisitos de ancho de banda, y normalmente son muy baratos o directamente gratuitos –como es el caso de Hangouts, de Skype y de FaceTime, sin requerir equipamiento adicional.
La comodidad de no pagar por el servicio -o bien de pagar poco- sin embargo, si tiene un costo, por el cual se puede pagar caro, y que cubre tanto el servicio al cliente, la calidad y la estabilidad de la señal, la seguridad sobre la encriptación de datos, la calidad de imagen que se exhibe, etc.; por lo tanto, por un servicio gratuito se recibe un resultado ídem: nada mucho.
Los servicios de webconferencia normalmente se llenan de restricciones que vuelven a la experiencia de usuario algo infumable: caídas, latencia, imágenes congeladas, pixelación; entre otras inconsistencias provocadas los bajos anchos de banda y por lo limitado de los servicios también, los cuales terminan por confinar la interactividad, en lugar de potenciarla.
Para reuniones de trabajo, dejan mucho que desear.
Videoconferencias
Diseñada ciento por ciento y de forma dedicada a entregar la mejor experiencia de usuario posible en reuniones, la videoconferencia constituye una inversión más alta –la cual representa su único pero-; sin embargo está completamente equipada de características orientadas hacia el video en alta definición, y un sonido iguala en calidad. Ofrece una serie de herramientas que facilitan y simplifican su administración desde las áreas TI, y mucho más; lo que termina por entregar un resultado óptimo capaz de sustituir con fidelidad al diálogo del día a día, y recreando de forma perfecta la experiencia de un diálogo cara a cara.
Cuando por ejemplo un empresario agrícola es capaz de conversar en tiempo real, en calidad HD, sin caídas ni pixelaciones de ningún tipo, con un experto en otro país, sobre como guarecer su cosecha de una helada inminente; con una baja dramática de costos comparados con los de hace 5 años atrás, es cuando percibimos que la información se convierte en una decisión ejecutiva clave.
Por lo tanto, la videoconferencia si es capaz de eliminar de manera fidedigna las barreras creadas por las distancias geográficas, así como también a la necesidad constante de las empresas por viajar, ahorrando muchos recursos de tiempo y dinero en el proceso.
¿Cuál es el veredicto, entonces?
Existen dos tipos de empresas: aquellas que están dispuestas a cargar con el costo de tener un servicio que se cae, se pixela o que provoca perder 3 horas en una reunión que no debería haber tardado más de una; y aquellas que necesitan una alternativa superior, robusta, confiable, simple y eficiente.
Ahí es donde la importancia de la calidad sobre la experiencia de usuario se vuelve tan importante como valor.
Son los gerentes de grandes empresas los que le dan la mayor importancia a la posibilidad de, con sólo apretar una tecla, levantar una videoconferencia que se vea excepcional. No es algo que solamente entre por la vista, puesto que la experiencia es completa al estar presente en una videoconferencia profesional.
Más si consideramos la frustración de la gente que participa de una experiencia de este tipo también es un factor decisivo. Contar con una solución de más calidad provoca entender el tiempo que se estuvo perdiendo con una aplicación barata o gratis, pero que a la larga te daba más problemas en calidad o poder de decisión.
Por lo tanto, la respuesta es bastante clara: si la reunión es importante, será necesaria una calidad alta que solamente un equipo de videoconferencia puede entregar. La webconferencia funciona muy bien para comunicación de uso personal, o para masificar una cátedra por ejemplo; pero si acaso la robustez sobre la experiencia de usuario es crucial, la videoconferencia es la solución.



