Por Matías Fuentes, analista senior de servicios de TI. IDC Chile.
Ha sido un año en donde las empresas han comenzado el camino hacia la transformación digital. La globalización y el incremento de la economía digital está impactando en analizar los cambios que eventualmente deben llevar a cabo una organización para atender los nuevos requerimientos de clientes y empleados.
En estos momentos hacer que las empresas noten la relevancia de esto es difícil, siempre y cuando no haya un impacto real en el mercado. En el momento en que entren nuevos actores, sobre todo extranjeros, que incrementen sus ventas, mientras que las nacionales no vean un cambio significativo, deberán hacer más hincapié en la transformación digital, de su liderazgo, de la experiencia del cliente, del manejo de la información, la operación y automatización de la fuerza laboral para no quedarse atrás.
Lo que observamos en este momento tanto a nivel mundial como en la región de América Latina y Chile es que hay un evidente interés en el aprendizaje y preparación de lo que conlleva poder definir una transformación digital en las empresas. Para esto los cambios tecnológicos en los procesos, el desarrollo de las personas y sobre todo los intereses de los clientes son fundamentales para dar ese paso. La recomendación o sugerencia es que las empresas ya comiencen a revisar el estado digital en que se encuentran y cuál va a ser su definición al respecto.
Los sectores que vemos que están teniendo una mayor rapidez y una mayor agilidad en lo que es la manufactura por servicios son: el sector financiero, de retail y de manufactura por mencionar algunos. Dentro de las tecnologías que vemos con mayor crecimiento se encuentran los servicios de almacenamiento como discos flash y cloud, servicios de analítica y big data, y finalmente tecnologías nuevas como la estructura convergente.
El desafío principal de la evolución de la transformación digital que tendrán las empresas el próximo año será cómo ajustarse a la fluctuación económica, ya que entramos a un año de elecciones donde la incertidumbre sobre dónde invertir estará presente en las empresas, quiénes estarán esperando una definición para saber dónde hacerlo. Las grandes inversiones se verán recién por el 2018, una vez que se establezcan las reglas que conlleva tener un nuevo gobierno.



