• El sector bancario está viviendo una transformación profunda en sus estrategias de marketing, impulsada por la relevancia de dos grupos generacionales: la Generación Silver, compuesta por adultos mayores activos que buscan seguridad y cercanía, y la Generación Alpha, niños y pre adolescentes nativos digitales que exigen innovación y educación financiera desde temprana edad. 

Chile, 07 de octubre de 2025.- En un mercado financiero cada vez más competitivo, los bancos enfrentan el desafío de ajustar sus estrategias de marketing para conectar con dos segmentos demográficos que están ganando protagonismo: la Generación Silver y la Generación Alpha. Estas generaciones han impulsado a la industria bancaria a personalizar la oferta de productos financieros.

La Generación Silver -compuesta por personas mayores activas- se ha convertido en un segmento clave. Este grupo demanda servicios que consideren su experiencia y expectativas de seguridad, confianza y simplicidad. Por otro lado, la Generación Alpha (niños y preadolescentes nacidos a partir de 2010) comienza a marcar tendencia en el consumo digital.

Cristián Frederick, Director General de Cuentas en TBWA Frederick, explica que “el marketing bancario ya no puede ser un enfoque único para todos. La Generación Silver nos reta a diseñar experiencias que combinan la tecnología con la cercanía humana, porque valoran la atención personalizada pero también la eficiencia digital”.

Para atender a estas necesidades tan particulares, los bancos están desarrollando productos financieros específicos. En el caso de la Generación Silver, destacan cuentas de ahorro con beneficios especiales como intereses preferenciales y asesoría financiera personalizada, tarjetas con controles de seguridad y límites ajustables, así como préstamos con condiciones flexibles que se adaptan a su capacidad de pago. Además, los fondos de inversión conservadores permiten a este grupo proteger su patrimonio y planificar su jubilación con mayor tranquilidad.

Por su parte, la Generación Alpha se está posicionando como un nuevo desafío para las entidades financieras, que ahora buscan fomentar la educación financiera desde la infancia. Frederick señala que “la irrupción de este grupo obliga a los bancos a innovar no solo en productos, sino en la forma en que comunican y educan”. 

Entre las iniciativas más destacadas para dicho segmento están las cuentas de ahorro para menores con acceso digital controlado, apps de educación financiera gamificadas que enseñan conceptos básicos de ahorro y presupuesto, tarjetas prepagadas para adolescentes con monitoreo parental y programas de gamificación vinculados a hábitos financieros saludables.

La integración de tecnologías como inteligencia artificial y analítica avanzada permite personalizar aún más la experiencia bancaria, adaptando mensajes y ofertas a los intereses y comportamientos de cada grupo. “El uso de data inteligente es clave para conectar con estas generaciones tan distintas, porque permite entregar el mensaje correcto en el momento indicado, generando así una mayor lealtad y satisfacción,” concluye Frederick.

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