La mayor fusión en la historia entre empresas del rubro tecnológico, está presentando sus primeras dificultades internas, de acuerdo a lo informado en el sitio web Silicon Angle, la operación comienza a ser objetado por algunos accionistas, “nerviosos ante la caída libre que experimenta el precio de las acciones de EMC y VMware, precisamente como resultado del acuerdo de fusión”, de acuerdo a lo señalado en el sitio de análisis.
La fusión eventualmente resultaría en el surgimiento de una compañía monolítica que, a juicio de Michael Dell, tendrá los recursos necesarios para enfrentarse y vencer a rivales como IBM y Hewlett Packard Enterprise en el extremadamente competitivo mercado de los servicios de TI. Michael Dell habría declarado que la adquisición daría a su empresa la escala necesaria para competir en sectores estratégicos como Big Data, Cloud y seguridad, como asimismo en segmentos tradicionales como almacenamiento, servidores y virtualización. Esta estrategia contrasta fuertemente con la elegida por HP, que optó por una escisión, en dos entidades con el fin de poder dedicarse, respectivamente, a los distintos segmentos en los que compite.
Las complicaciones habrían surgido debido a un fuerte declive en la cotización de las acciones de EMC y VMWare desde el anuncio del acuerdo con Dell. Para el caso de VMWare, sus acciones habrían caído en casi 30%, mientras que las de EMC han experimentado una depreciación del 9% en el mismo período.
Un problema adicional sería el descontento entre los accionistas debido a los planes de EMC y VMWare de crear una nueva empresa con base en las capacidades de Virtustream, operador de la nube adquirido en mayo pasado por EMC por 1,2 mil millones de dólares. El desasosiego entre los accionistas estaría motivado por perspectivas de pérdidas del orden de los 300 millones de dólares durante el primer año de operaciones de la nueva empresa.
Adicionalmente, otros sitios han publicado que la fusión entre Dell y EMC será gravada con una fuerte carga tributaria, de 9 billones de dólares, aplicada por el fisco estadounidense. Y que los ejecutivos de EMC y VMWare estarían reformulando sus propuestas, con el fin de convencer a los accionistas.
