Por Juan Luis Nuñez. Gerente General de Fundación País Digital

Cada año las noticias digitales nos sorprenden con nuevos anuncios y tecnologías: autos autónomos, impresoras 3D y la realidad virtual han sido un ejemplo de esto, experiencias todas que, en el momento que fueron anunciadas, no estaban en fase de una real masificación. A pesar de esto, para el año 2017 ya podemos detectar cuáles de ellas se acercarán a dicha fase y avanzarán hacia un desarrollo productivo.

Una de las tendencias que más se espera empiece a cambiar la forma en que trabajamos es la inteligencia artificial (IA). Esta nueva ola (recordemos que este término lleva más de 70 años usándose) es protagonizada por el Big Data, esto es, la nueva capacidad de procesar datos mediante nuevas técnicas en “machine learning”. Antes de este punto de quiebre, la inteligencia artificial se entendía como una máquina que tomaba decisiones en base a situaciones explícitamente programadas. Hoy, la inteligencia artificial se basa en que el computador toma decisiones en base a una gran cantidad de datos, aprendiendo de forma autónoma de los aciertos y errores, analizando las acciones del pasado y, en definitiva, replicando sólo los comportamientos que terminaron de forma positiva.

Un ejemplo concreto de esto es la evaluación de riesgo crediticio que realizan los bancos para determinar si entregan un crédito o no en base al comportamiento anterior de un consumidor. Antiguamente, era una persona quien evaluaba el caso a caso de los sujetos, pero ahora es un computador el que puede evaluar a millones de casos registrados con anterioridad y determinar si el sujeto de riesgo de crédito o no.

¿Los impactos? Ahora el computador tomará estas decisiones y asistirá al evaluador de crédito o, en algunos casos, incluso podrá reemplazarlo.

Y esto es solo una arista de la inteligencia artificial. De una u otro forma empezaremos a ver cómo se masifica, primero en nuestros dispositivos móviles y sus aplicaciones, como por ejemplo el procesamiento de lenguaje natural y, en un par de años más, en robots, aviones no tripulados y autos autónomos.

Además de la IA, este año vamos a seguir viendo el despliegue de la realidad virtual y aumentada, tendencia que ya escuchamos fuertemente en el 2016, pero que en 2017 se espera tengamos más aplicaciones y opciones más baratas de equipos.

Por último, se espera que el Internet de las Cosas también se siga masificando y empecemos a ver una integración en electrodomésticos y accesorios para el hogar, como también su uso en objetos corporales (wearables), además del ya existente uso en empresas y gobierno.

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