- Expertos destacan el rol de la tecnología para democratizar la educación superior y fortalecer los sistemas de aseguramiento de la calidad.
- Según datos de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), el 16,7% de la matrícula total de educación superior se realiza por medio de educación a distancia.
Chile, 4 de diciembre de 2025.- La educación superior digital vive uno de los crecimientos más acelerados en la historia del sistema chileno: según datos de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), la matrícula online ha aumentado un 70% en los últimos cinco años, consolidándose como una alternativa estable, masiva y transversal. Actualmente, el 16,7% de la matrícula total se cursa bajo modalidad a distancia, una cifra inédita para el país.
Pero el fenómeno trae nuevas señales: el 49% de quienes estudian educación superior digital tiene más de 35 años, lo que demuestra que la educación virtual no solo se ha expandido entre jóvenes, sino que se ha convertido en una vía decisiva para la actualización profesional, la reconversión laboral y el aprendizaje a lo largo de la vida.
A esto se suma un cambio social relevante: la demanda por programas online vespertinos ha crecido de forma consistente, impulsada -según instituciones formadoras- por la búsqueda de mayor seguridad. Muchos estudiantes prefieren evitar desplazamientos nocturnos, especialmente en grandes ciudades, encontrando en las plataformas virtuales un modelo que combina flexibilidad con resguardo personal.
Expertos iberoamericanos coinciden: Chile enfrenta una oportunidad histórica en educación superior digital
Durante la cumbre internacional “Experiencias en evaluación institucional y de programas de la Educación Superior Virtual en América Latina y Europa”, organizada por UNIR, UTEM y la CNA, académicos y autoridades de más de diez países destacaron que Chile cuenta hoy con una ventana única para fortalecer un ecosistema de educación virtual robusto, transparente y de calidad.
Manuel Herrera, Director Académico de una de las casas de estudio más grandes a nivel Iberoamérica operando en más de 90 países, Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), señaló que el país posee bases sólidas para consolidar un liderazgo regional: “Chile tiene hoy una oportunidad extraordinaria para consolidar un ecosistema académico robusto en educación virtual. Cuenta con instituciones sólidas, marcos regulatorios claros y un sistema de acreditación que puede evolucionar hacia estándares que fortalezcan aún más la confianza en la calidad de los programas online. La educación a distancia es un gran instrumento para corregir desigualdades sociales”, aseguró.
El Presidente de la Comisión Nacional de Acreditación, Andrés Bernasconi, manifestó que como organismo buscan fomentar los formatos digitales: “Hoy tenemos instituciones con una oferta totalmente online con niveles de acreditación en niveles avanzados. Los resquemores que podían existir en torno a calidad con educación digital han quedado en el pasado. No obstante, tenemos mucho que aprender de otros países para y también, el desarrollo profesional docente es indispensable para aprendizajes pertinentes”.
En tanto, la Rectora de la UTEM, Marisol Durán, destacó el impacto de la modalidad online, sus desafíos de calidad e inclusión: “Hay que llamar a una reflexión de todos los actores para que la comunidad pueda discutir sobre cuáles son los nuevos estándares para una educación superior online de calidad. Hoy el aprendizaje para toda la vida se abre para personas sin límite de edad. Tenemos que mirar un futuro en el que la evaluación sea exigente, pero también justa y contextualizada; donde la tecnología amplíe derechos en vez de profundizar brechas”.
Un modelo que democratiza oportunidades
Con el aumento explosivo de la matrícula adulta, la expansión vespertina y el crecimiento sostenido de estudiantes de regiones, la educación digital se ha convertido en una palanca de democratización, principalmente por los siguientes factores:
- Más acceso para trabajadores y cuidadores de familia.
- Menos barreras geográficas para estudiantes de zonas extremas.
- Mayor continuidad educativa para adultos que habían abandonado estudios.
- Alternativa segura ante la percepción de inseguridad y desplazamientos nocturnos.
El consenso de expertos y autoridades es claro: Chile se encuentra ante un punto de inflexión que podría rediseñar el futuro de la educación superior, combinando tecnología, regulación moderna y acceso equitativo.
