- El Estado, la ciencia y las comunidades del norte grande de Chile, trabajaron mancomunadamente desde 2012 para elaborar la hoja de ruta que guíe la protección de esta ave marina, categorizada En Peligro de extinción.
Arica, Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, 27 de noviembre de 2025.- Tras más de una década de trabajo entre el Estado, la ciencia y las comunidades del norte grande de Chile, el Ministerio del Medio Ambiente oficializó ayer el Plan de Recuperación, Conservación y Gestión (RECOGE) del gaviotín chico (Sternula lorata), ave marina categorizada En Peligro de extinción.
La elaboración de este Plan tuvo la participación de otros servicios públicos, la Fundación Gaviotín Chico, ONGs, academia, empresas y comunidades costeras. Para realizarlo, hubo diagnósticos técnicos, talleres participativos en terreno y mesas de trabajo que definieron amenazas, objetivos y acciones concretas para su conservación.
Para su creación, el trabajo se dividió entre 2012 y 2022 en tres grandes etapas: la elaboración participativa del borrador del plan; su validación técnica e intersectorial; la aprobación por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad y su posterior publicación oficial.
De esta forma, el documento se centra en la protección y manejo de las colonias reproductivas en el norte grande, promoviendo buenas prácticas en obras, evitando tránsito de vehículos fuera de ruta y la extracción de áridos no controlada, así como la promoción de tenencia responsables de mascota. También, fortalecerá el monitoreo científico, la educación ambiental y la gobernanza con comunidades, municipios y empresas.
Además, promoverá las consideraciones de conservación del gaviotín chico en la planificación territorial y evaluación ambiental de proyectos; trabajar con puertos, minería y energía para compatibilizar operaciones con sus colonias; y asegurar metas e indicadores mediante un grupo de seguimiento intersectorial que evalúe periódicamente los avances del plan.
“La creación de este Plan RECOGE es el resultado de años de trabajo conjunto entre servicios públicos, Fundación Gaviotín Chico, ONGs, empresas, municipios, comunidades y el mundo científico. Con él, demostramos que cuando nos sentamos a la misma mesa, el desarrollo puede avanzar de la mano con la protección de la naturaleza”, aseguró la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas.
Desde la sociedad civil, quienes tuvieron una especial participación en la creación de esta hoja de ruta fue la Fundación Gaviotín Chico. Su directora ejecutiva, Sylvia Hernández, valoró especialmente cómo las comunidades se han involucrado en los trabajos de conservación de esta especie: “La participación de las personas aporta un conocimiento local y ancestral invaluable sobre el entorno, ya que la comunidad es quien hace uso del espacio y los servicios ecosistémicos en primera instancia. Esto permite identificar amenazas, patrones de comportamiento de las especies y conflictos socioambientales, que en ocasiones pasan desapercibidos para la ciencia o las autoridades externas”.
Sobre el gaviotín chico
El gaviotín chico es una pequeña ave marina, de cuerpo gris con el dorso un poco más oscuro, con capucha negra y pico amarillo con la punta negra. Es migratoria, alcanzando hasta el Golfo de Guayaquil, Ecuador, durante la época no reproductiva. Anida en planicies costeras desérticas del norte grande, entre agosto y enero, en colonias muy expuestas donde deposita uno a dos huevos en una pequeña depresión. Se alimenta de pequeños peces y es especialmente vulnerable durante la temporada reproductiva.
Si alguien avista un gaviotín chico, la recomendación es observarlo a distancia, no acercarse ni intentar fotografiar nidos, mantener a sus perros con correa y evitar vehículos sobre playas y planicies. Idealmente, registrar fecha, hora y ubicación y reportar el avistamiento a la Fundación Gaviotín Chico o al SAG.
